Las Bárdenas Reales es lugar que nunca olvidaremos, tanto por el paisaje como por la experiencia de dormir en una burbuja. ¡Fue simplemente increíble!
Es un parque natural, declarado por la UNESCO como Reserva de la Biosfera, donde predomina el paisaje desértico gracias a la erosión del agua y del viento específico de esta zona, el cierzo, que han sufrido tanto las rocas como las arcillas. Está situado en el límite entre Navarra y Aragón, y es uno de los lugares más espectaculares del norte de España. La mejor época para ir es primavera u otoño, por experimentar temperaturas extremas tanto en verano como en invierno, y sin lugar a dudas el atardecer y el amanecer son momento inolvidables.
Hay numerosas rutas señalizadas para realizar a pie, caballo, bicicleta o como nosotros en un todoterreno, aunque se puede visitar con cualquier vehículo. Las rutas son accesibles para todo tipo de público, y los niños disfrutan de estar en plena naturaleza sin terrenos demasiados complicados.
Uno de los lugares emblemáticos es la llamada Chimenea de las Hadas o Castil de Tierra, con un parecido increíble a los paisajes del Cañón de los E.E.U.U. o de Capadoccia en Turquía.
Aunque también son muy bonitas las zonas del embalse y de las cañadas donde podrás ver ganado pastando y que harán las delicias de los más pequeños, ya que los pastores son muy amables
Pero sin lugar a dudas uno de los motivos por el que el viaje lo recordaremos siempre fue el alojamiento, «Aire Bardenas«. Nosotros escogimos una burbuja desde la que se podía ver todo el cielo, el precioso atardecer y amanecer en la infinidad del desierto. Tuvimos la suerte de que hubo también una tormenta a lo lejos y fue espectacular poder ver el cielo iluminado desde la cama. de verdad que una experiencia que recomiendo totalmente. Por otro lado, es un lugar muy tranquilo, en el medio del desierto, y en el que disfrutar de la estancia porque no le falta ningún tipo de comodidad a la burbuja.
Aquí os dejamos un link sobre el alojamiento: https://airebardenas.com/inicio/