El maltrato sutil

Hoy vamos a compartir un video que no os dejará indiferentes: «El maltrato sutil». Una historia escrita y dirigida por Diego Jiménez.

A menudo escuchamos conversaciones en las que aparecen frases como: “siéntete mejor contigo misma”, “si pruebas este tipo de producto verás como parecerás más joven, será como si te quitaras años de encima”, si necesitas perder esos quilos que te sobran prueba nuestra dieta y en pocas semanas podrás lucir ese bonito pantalón que tanto te gusta…etc.
Todo lo que vemos y oimos en los medios de comunicación hace referencia a un modelo de mujer, que tiene que estar siempre luciendo su mejor cara, fresca, joven, radiante, llena de vida y por supuesto a la última moda.
La sociedad nos arrastra indiscutiblemente a las llamadas tendencias, tan necesarias para estar bien y sentirnos integrados en los tiempos que vivimos. Algo hay de recelo aún hacia la persona que se ve diferente, que sigue su propia disciplina, su manera de comportarse ante la sociedad y la hace distinta. ¿Que ocurre con ese tipo de gente que es de algún modo fiel a sí misma y hace lo que cree que debe hacer por su propio bienestar y por su salud?
Simplemente se trata de creer en nosotros mismos como personas, tener una alta autoestima, saber que somos corrientes, humanos, imperfectos, únicos, vulnerables pero a la vez fuertes y capaces de resolver situaciones que no supongan un problema tan vanal como querer aparentar a cada momento lo que no somos durante cada minuto y cada segundo de nuestras vidas.
Podemos vivir de una forma sana, sentirnos bien haciendo deporte y cuidándonos con una dieta equilibrada, arreglándonos cuando requiera la ocasión, pero poder lucir nuestra cara y nuestro cuerpo sin ningún pudor o angustia cuando estamos enfermos o nos sentimos cansados o nos acabamos de levantar o simplemente no nos apetece encorsetarnos para tapar los michelines que quizás nos sobran.
Se trata de la personalidad, esa que con el paso del tiempo debe hacernos sentir así de bien y para ello debemos enseñar a nuestros hijos que desde que nacen son para nosotros los más valiosos en sí mismos, sin ningún tipo de aderezo para verse bien, enseñarles a que se sientan satisfechos de ser como son y se sientan queridos, solo así podrán ser felices y dedicar plenamente su vida a cosas realmente importantes. Porque la verdadera belleza, como explica muy bien este video, es una actitud.

Marta F. Andrés